Domingo, 3 de diciembre de 2006
Buen día para salir de ruta. Tras un sábado de lluvias torrenciales, nos encontramos un domingo soleado y fresquito. Estamos todos en la gasolinera de Espartinas, según Alberstar junto a la plaza de toros, y Tonii se hace de rogar, llegan tarde..... aquí están.
La gente está que se sale, me encuentro en un momento rodeado por muchas motos, no se cuantas, y no todas son como la dama. Hay de todo, incluso alguna Harley, los ojos se me escapan siguiendo las elegantes curvas de una Aguila y todos llegamos a la misma conclusión... algún día amigo, algún día.
Tras la inevitable charla, llegan las prisas por marchar. Hacemos escala en La Palma del Condado para saborear la afamada tostá con manteca y cafelito de marras, cada uno a su ritmo, unos mas rápido y otros mas lento, vamos saliendo dirección a Palos de la Frontera a buen ritmo para no llegar demasiado tarde ya que las inscripciones terminan a las doce.
Cual es nuestra sorpresa al llegar al pueblo cuando nos encontramos rodeados por cientos de motos de todo tipo por la calle. Estamos en un gran atasco provocado por los de la cabeza de grupo que se encuentran tomando cervecitas, hasta que llega la Benemérita no avanzamos, bendita sea... cuando quiere.
Llegamos al centro de la reunión, junto al monasterio de La Rábida, donde muchas más motos de las que nos esperábamos cohabitan unas junto a otras junto a sus dueños, que luchan en una furgoneta por registrase para la comida y obtener una camiseta del evento. La mayoría de nosotros lo consigue, algunos no, pero todos nos quedamos.
La organización nos invita a rutear por la zona hasta Mazagón, junto a la playa, donde recibimos con los brazos abiertos a los camareros que, en una barra, nos invitaban a beber todo lo que quisiéramos (o al menos lo que se podía). Tras el refrigerio de patatas, almendras y una rubia, nos subimos de nuevo a la moto para continuar la marcha. Podemos estar orgullosos, porque fuimos los últimos en irnos de la zona, llevando el nombre del DCC y de los respectivos foros de cada uno bien altos.
Aunque ser los últimos tiene una pega, que nadie sabía llegar al restaurante, por lo que nos perdemos y tras mucho preguntar, no llegamos a Roma, pero nos quedamos cerca. Tras el periplo de idas y venidas, llegamos ansiosos por saborear algo, el hambre flota en el ambiente.
Y comienzan los problemillas, no hay sitio, el asunto se ha desbordado y donde se esperaban trescientas personas han entrado seiscientas. No todos con entrada legal, he de decir, pero han entrado. Con el respeto de auténticos moteros que somos, enseñamos nuestros pases y exigimos con amabilidad nuestros asientos por derecho. Aquí ponemos un sobresaliente a los amigos de la peña “Rum Rum” de Huelva, que se levantaron de la mesa reservada que tenían para cedernos sus asientos, para sentarse ellos en otro sitio aparte. Unos auténticos caballeros.
En fin, que puedo decir de la paella y de la carne con patatas, había mucha hambre, y todos comimos como posesos, algunos más que otros, finalizando con la tarta, las placas conmemorativas para el personal y el sorteo de algunos artículos entre los inscritos.
Como conclusión he de decir, como mi primera concentración motera en la que soy partícipe, que me lo pasé estupendamente con la gente del foro del DCC y de los demás. Todo fue sobre ruedas (nunca mejor dicho) y como única pega, el regreso, que pese al corto trayecto, se hizo muy duro debido a que nos cogió la noche muy temprano (dichoso otoño).
Una vez mas, en mi casa, tras bajarme de la moto, agradecí el día que me compré mi dama y que entre por primera vez en el Daystar Custom Club.
Buen día para salir de ruta. Tras un sábado de lluvias torrenciales, nos encontramos un domingo soleado y fresquito. Estamos todos en la gasolinera de Espartinas, según Alberstar junto a la plaza de toros, y Tonii se hace de rogar, llegan tarde..... aquí están.La gente está que se sale, me encuentro en un momento rodeado por muchas motos, no se cuantas, y no todas son como la dama. Hay de todo, incluso alguna Harley, los ojos se me escapan siguiendo las elegantes curvas de una Aguila y todos llegamos a la misma conclusión... algún día amigo, algún día.Tras la inevitable charla, llegan las prisas por marchar. Hacemos escala en La Palma del Condado para saborear la afamada tostá con manteca y cafelito de marras, cada uno a su ritmo, unos mas rápido y otros mas lento, vamos saliendo dirección a Palos de la Frontera a buen ritmo para no llegar demasiado tarde ya que las inscripciones terminan a las doce.Cual es nuestra sorpresa al llegar al pueblo cuando nos encontramos rodeados por cientos de motos de todo tipo por la calle. Estamos en un gran atasco provocado por los de la cabeza de grupo que se encuentran tomando cervecitas, hasta que llega la Benemérita no avanzamos, bendita sea... cuando quiere.Llegamos al centro de la reunión, junto al monasterio de La Rábida, donde muchas más motos de las que nos esperábamos cohabitan unas junto a otras junto a sus dueños, que luchan en una furgoneta por registrase para la comida y obtener una camiseta del evento. La mayoría de nosotros lo consigue, algunos no, pero todos nos quedamos.La organización nos invita a rutear por la zona hasta Mazagón, junto a la playa, donde recibimos con los brazos abiertos a los camareros que, en una barra, nos invitaban a beber todo lo que quisiéramos (o al menos lo que se podía). Tras el refrigerio de patatas, almendras y una rubia, nos subimos de nuevo a la moto para continuar la marcha. Podemos estar orgullosos, porque fuimos los últimos en irnos de la zona, llevando el nombre del DCC y de los respectivos foros de cada uno bien altos.Aunque ser los últimos tiene una pega, que nadie sabía llegar al restaurante, por lo que nos perdemos y tras mucho preguntar, no llegamos a Roma, pero nos quedamos cerca. Tras el periplo de idas y venidas, llegamos ansiosos por saborear algo, el hambre flota en el ambiente.Y comienzan los problemillas, no hay sitio, el asunto se ha desbordado y donde se esperaban trescientas personas han entrado seiscientas. No todos con entrada legal, he de decir, pero han entrado. Con el respeto de auténticos moteros que somos, enseñamos nuestros pases y exigimos con amabilidad nuestros asientos por derecho. Aquí ponemos un sobresaliente a los amigos de la peña “Rum Rum” de Huelva, que se levantaron de la mesa reservada que tenían para cedernos sus asientos, para sentarse ellos en otro sitio aparte. Unos auténticos caballeros.En fin, que puedo decir de la paella y de la carne con patatas, había mucha hambre, y todos comimos como posesos, algunos más que otros, finalizando con la tarta, las placas conmemorativas para el personal y el sorteo de algunos artículos entre los inscritos.
Como conclusión he de decir, como mi primera concentración motera en la que soy partícipe, que me lo pasé estupendamente con la gente del foro del DCC y de los demás. Todo fue sobre ruedas (nunca mejor dicho) y como única pega, el regreso, que pese al corto trayecto, se hizo muy duro debido a que nos cogió la noche muy temprano (dichoso otoño).Una vez mas, en mi casa, tras bajarme de la moto, agradecí el día que me compré mi dama y que entre por primera vez en el Daystar Custom Club.Un saludo para todos y nos vemos en la carretera.
P.D.- No están todos lo que fueron, pero para todos y cada uno de ellos, un agradecimiento por el día.
